martes, 29 de octubre de 2013

Realismo vs. Impresionismo: ¿cuales son las particularidades de estos estilos pictóricos respecto de la luz?

El impresionismo nace como una reacción frente a las academias que reinaban por el momento. El objetivo que ellos perseguían era lograr representar el mundo espontánea y directamente. Para lograr ello, se centran en los efectos que produce lo luz sobre las cosas.
Su preocupación fundamental no se centra en los detalles minuciosos de lo que retrataban, sino en captar la incidencia justa de la luz sobre el objeto. Tienen en cuenta también como actúa, el modo en el que difumina los contornos y refleja los colores.
En cuanto a la técnica que emplean, se basan en las pinceladas yuxtapuestas jugando con los tonos de modo tal que las mezclas se den en el ojo del espectador y no en la paleta.
Los realistas son un movimiento cuyo nombre puede prestarse a confusión en una primera instancia. Realismo no implica necesariamente copia o imitación de la realidad, sino la mera representación del mundo de manera verídica, objetiva e imparcial. Si bien son influenciados por la fotografía, que en ese momento estaba en auge, ellos se dedicaban a plasmar lo que veían. Nada de embellecer, idealizar y pintar una imagen pre-concebida de la realidad.
En cuanto a la luz, estudian al igual que los impresionistas, el efecto de ella sobre los objetos. Tiene en cuenta también los fenómenos atmosféricos sobre las escenas que pintan y la técnica es mayoritariamente el claroscuro.
Es decir, en ambos hay un cierto estudio de la luz, una importancia respecto de ella pero se plasma de diversos modos debido a las distintas técnicas empleadas. El realismo trabaja desde el tradicional claroscuro creando el efecto tridimensional con la luz y la sombra. En cambio, el impresionismo, utiliza pinceladas ininterrumpidas de color para crear figuras vibrantes, aunque, planas.

                           
                                                     


                                                    “Las espigadoras”, Millet.        
                                                               

                                        “El almuerzo de los barqueros”, Renoir.



¿Cómo trabaja Claude Monet con la luz en la serie de la Catedral de Rouen y de Almieres? ¿Que importancia tiene para él la luz?

 El arte de Monet busca captar lo que el ojo ve y el cambio de dinámica del paisaje en función de la perspectiva y la luz. Creía que los colores no eran intrínsecos a los objetos, sino que dependían de la calidad de la luz arrojada sobre ellos.
La Catedral de Rouen, es una serie de 31 lienzos que muestran la fachada de la catedral gótica de Rouen bajo distintas condiciones de luz y clima. Previo a este trabajo, Monet pinta una secuencia similar denominada Almiares. Son 15 lienzos representando los almiares que se hallaban en las afueras de Giverny. Éstos fueron retratados a pleno sol, al amanecer o en el ocaso; a la vez que en diversas estaciones del año, inclusive en épocas de deshielo.
La crítica que suele hacerse, es que mientras los almiares eran una representación de algo tangible bajo diversas condiciones, la Catedral va más allá de la fachada, de la arquitectura, estructura, etc. Ellas funcionan como una excusa para mostrar la auténtica protagonista de la composición, la capacidad de la pintura de representar la cualidad dinámica de la luz y el ambiente, que es capaz de lograr cosas asombrosas.
De esta manera, la luz en la vida de Monet cobra una gran importancia, pues, es a ella a quien pinta.
Podríamos decir que este proceso comienza con los Almiares, pero son las Catedrales la coronación de la luz en las obras de Monet.
                    


                                                                         .
 “La Catedral de Rouen”, Monet





                                                     “Los Almiares”, Monet.




¿Qué relación tiene Seurat y el puntillismo con la teoría de la descomposición de la luz?

 Seurat ingresó muy joven en el taller de Lehmann, donde aprendió las teorías acerca de la luz y el color inspiradas en el clasicismo de Ingres. Más tarde participó en la fundación del Salón de Artistas Independientes, que agrupaba pintores de nuevas tendencias como el neoimpresionismo o puntillismo, corriente de la que fue el iniciador.
Llevó al límite la experiencia impresionista y, en lugar de reproducir los efectos de la luz, empezó a pintar mediante toques aislados y a plasmar las formas reducidas a sus características esenciales.
Experimentó en torno a fenómenos ópticos, como la descomposición de la luz o el efecto de intensificación de la percepción producido por la presencia simultánea de colores complementarios.
Para poder plasmar la visualización pictórica de estos principios, realizó una disminución progresiva de la pincelada hasta reducirla a pequeños puntos de colores puros, sin mezclar, que al fundirse en la retina del que contempla el cuadro producen un efecto de gran luminosidad e intensidad cromática.
En cuanto a la descomposición de la luz, podemos observar que si un rayo de sol, un haz de luz blanca, se hace pasar a través de un vidrio, se observa que esta luz sufre una descomposición y se separa en luces de diferentes colores. Estos colores son el rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. De acuerdo a esto, se puede entonces concluir que la luz blanca está constituida por la superposición de todos los  colores nombrados anteriormente. Al penetrar superpuestos los colores en el vidrio, cada color sufre una desviación distinta, por este motivo, el haz que penetra el vidrio se presenta en forma multicolor.
En conclusión, el color es una sensación que se produce  en respuesta a una estimulación nerviosa del ojo, causada por una longitud de onda  luminosa. El ojo humano interpreta colores diferentes  dependiendo de las distancias de longitudes.
 Así, el color no está en las cosas sino en nosotros, en nuestra percepción de ellas. Esto es utilizado por los puntillistas y Seurat que juegan con los colores, con las aproximaciones entre ellos de manera que el resultado de la obra, sea mérito del espectador y no del lienzo mismo. Es decir, que si veo el árbol verde, sea porque así lo percibí y no porque esté pintado de ese color por el artista.
                         



                                        



                                                                           




  “La Torre Eiffel”, Seurat (1889).

¿Cual es la técnica y la estética que se deriva de esta teoría?

 Cómo técnica, podemos decir que se deriva el puntillismo, entre otras. Establece una estética particular donde la obra termina de adquirir sentido o se realiza en su totalidad, tras el ojo del espectador. Juega un papel importante la interacción que se da entre quien aprecia la obra y la obra misma.

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