Realismo vs. Impresionismo: ¿cuales son las particularidades de estos estilos pictóricos respecto de la luz?
El impresionismo
nace como una reacción frente a las academias que reinaban por el momento. El
objetivo que ellos perseguían era lograr representar el mundo espontánea y
directamente. Para lograr ello, se centran en los efectos que produce lo luz
sobre las cosas.
Su preocupación
fundamental no se centra en los detalles minuciosos de lo que retrataban, sino
en captar la incidencia justa de la luz sobre el objeto. Tienen en cuenta
también como actúa, el modo en el que difumina los contornos y refleja los
colores.
En cuanto a la
técnica que emplean, se basan en las pinceladas yuxtapuestas jugando con los
tonos de modo tal que las mezclas se den en el ojo del espectador y no en la
paleta.
Los realistas son
un movimiento cuyo nombre puede prestarse a confusión en una primera instancia.
Realismo no implica necesariamente copia o imitación de la realidad, sino la
mera representación del mundo de manera verídica, objetiva e imparcial. Si bien
son influenciados por la fotografía, que en ese momento estaba en auge, ellos
se dedicaban a plasmar lo que veían. Nada de embellecer, idealizar y pintar una
imagen pre-concebida de la realidad.
En cuanto a la luz,
estudian al igual que los impresionistas, el efecto de ella sobre los objetos.
Tiene en cuenta también los fenómenos atmosféricos sobre las escenas que pintan
y la técnica es mayoritariamente el claroscuro.
Es decir, en ambos
hay un cierto estudio de la luz, una importancia respecto de ella pero se
plasma de diversos modos debido a las distintas técnicas empleadas. El realismo
trabaja desde el tradicional claroscuro creando el efecto tridimensional con la
luz y la sombra. En cambio, el impresionismo, utiliza pinceladas
ininterrumpidas de color para crear figuras vibrantes, aunque, planas.
“Las espigadoras”, Millet.
“El almuerzo de los barqueros”, Renoir.
¿Cómo
trabaja Claude Monet con la luz en la serie de la Catedral de Rouen y de
Almieres? ¿Que importancia tiene para él la luz?
El arte de
Monet busca captar lo que el ojo ve y el cambio de dinámica del paisaje en
función de la perspectiva y la luz. Creía que los colores no eran intrínsecos a
los objetos, sino que dependían de la calidad de la luz arrojada sobre ellos.
La crítica que
suele hacerse, es que mientras los almiares eran una representación de algo
tangible bajo diversas condiciones, la Catedral va más allá de la fachada, de la
arquitectura, estructura, etc. Ellas funcionan como una excusa para mostrar la
auténtica protagonista de la composición, la capacidad de la pintura de
representar la cualidad dinámica de la luz y el ambiente, que es capaz de
lograr cosas asombrosas.
De esta manera, la
luz en la vida de Monet cobra una gran importancia, pues, es a ella a quien
pinta.
Podríamos decir que
este proceso comienza con los Almiares, pero son las Catedrales la coronación
de la luz en las obras de Monet.
.
“La Catedral de Rouen”, Monet
“Los Almiares”, Monet.
¿Qué relación tiene Seurat y el puntillismo con la teoría de la descomposición de la luz?
Seurat ingresó muy joven en el taller de Lehmann, donde aprendió
las teorías acerca de la luz y el color inspiradas en el clasicismo de Ingres.
Más tarde participó en la fundación del Salón de Artistas Independientes, que
agrupaba pintores de nuevas tendencias como el neoimpresionismo o puntillismo,
corriente de la que fue el iniciador.
Llevó al límite la
experiencia impresionista y, en lugar de reproducir los efectos de la luz,
empezó a pintar mediante toques aislados y a plasmar las formas reducidas a sus
características esenciales.
Experimentó en torno a fenómenos ópticos, como la descomposición
de la luz o el efecto de intensificación de la percepción producido por la
presencia simultánea de colores complementarios.
Para poder plasmar la visualización pictórica de estos principios,
realizó una disminución progresiva de la pincelada hasta reducirla a pequeños
puntos de colores puros, sin mezclar, que al fundirse en la retina del que contempla
el cuadro producen un efecto de gran luminosidad e intensidad cromática.
En cuanto a la descomposición de la luz, podemos observar que si
un rayo de sol, un haz de luz blanca, se hace pasar a través de un vidrio, se
observa que esta luz sufre una descomposición y se separa en luces de
diferentes colores. Estos colores son el rojo, naranja, amarillo, verde,
azul, añil y violeta. De acuerdo a esto, se puede entonces concluir que la luz
blanca está constituida por la superposición de todos los colores nombrados
anteriormente. Al penetrar superpuestos los colores en el vidrio, cada color
sufre una desviación distinta, por este motivo, el haz que penetra el
vidrio se presenta en forma multicolor.
En conclusión, el
color es una sensación que se produce en respuesta a una estimulación
nerviosa del ojo, causada por una longitud de onda luminosa. El ojo
humano interpreta colores diferentes dependiendo de las distancias de
longitudes.
Así, el color
no está en las cosas sino en nosotros, en nuestra percepción de ellas. Esto es
utilizado por los puntillistas y Seurat que juegan con los colores, con las
aproximaciones entre ellos de manera que el resultado de la obra, sea mérito
del espectador y no del lienzo mismo. Es decir, que si veo el árbol verde, sea
porque así lo percibí y no porque esté pintado de ese color por el artista.
“La Torre Eiffel ”, Seurat (1889).
¿Cual es la técnica y la estética que se deriva de esta teoría?
Cómo técnica,
podemos decir que se deriva el puntillismo, entre otras. Establece una estética
particular donde la obra termina de adquirir sentido o se realiza en su
totalidad, tras el ojo del espectador. Juega un papel importante la interacción
que se da entre quien aprecia la obra y la obra misma.
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